De Manta Manabí
Actriz, Miembro Fundadora y Directora General del Colectivo Teatral ARTOS
Integrante de La Troja Manaba
Manta, ciudad de paso, importante puerto pesquero que cuenta con la flota atunera más grande del país. La gente que en su mayoría la habita viene de otros lados con el propósito de hacer dinero, razón por la que mayoritariamente se vive la falta de un sentimiento de pertenencia que posibilite la defensa de nuestro territorio ante situaciones de vulneración de nuestros mares, nuestros bosques secos que prácticamente ya no existen en manta, por lo que pasan cosas y situaciones que en su mayoría no calan y no son motivo de preocupación para este grupo de la población.
Y por otro lado, refiriéndome al otro grupo conformado por el milenario pueblo cholo de la cultura manteño-huancavilca, y habitante de las escasas caletas de hábiles pescadores artesanales que aún sobreviven en el tiempo y el espacio, ellos son un pueblo callado y tranquilo, a pesar de ser considerados lobos del mar, pero que su inmersión que es tan grande y que se desata libre en alta mar, hace que se pierda de otros mundos que al parecer no son distantes, pero que en su imaginario terminan perteneciendo a otras esferas, porque resulta que a ellos les gusta que las cosas se las den haciendo.
A través del Arte hemos vivenciado las luchas de forma más directa y profunda, con una visión más humana, sensible y particular, donde hemos ido tejiendo de a poquito, redes de formación y solidaridad, siguiendo las huellas ancestrales del mar y del monte al servicio y en defensa de la Madre Tierra.
Cosas de mi tierra y de mi pueblo.
Que me ha tocado vivir y entender, porque soy de Manta, y vengo desde cuando solo eran 4 calles que iban a dar todas al mar. La he visto crecer y cambiar, y desde mi juventud a través del Arte hemos vivenciado las luchas de forma más directa y profunda, con una visión más humana, sensible y particular, donde hemos ido tejiendo de a poquito, redes de formación y solidaridad, siguiendo las huellas ancestrales del mar y del monte al servicio y en defensa de la Madre Tierra, en defensa de las diferentes expresiones de vida y de los derechos de los pueblos, honrando las luchas y valorando las historias junto a jóvenes del colectivo teatral ARTOS, jóvenes Ceibinos, Acción Ecológica y Troja Manaba, para comprender el porqué de la importancia de nuestra participación activa y decidida.
Y fue así como esta sinergia se expandió y en octubre del 2019 caló los corazones de la gente de mi tierra, de propios y aforeños que, en un principio, como nunca faltan los aprovechadores, pretendieron manchar con fines partidistas por parte de los grupos de poder que se banderean por la provincia, y a los cuales ya les conocemos, para tergiversar la verdadera motivación que nos llevó a autoconvocarnos de forma espontánea, sincera y muy sentida.
Pero no pudieron y solitos terminaron por barajarse. Porque pude, pudimos, percibir ese espíritu de unión, cooperación, de organización, que surgía de ese sentimiento de ser parte de un país diverso y pluricultural. Y de allí nacieron las caravanas para ir a entregar alimentos, medicinas, ropa, contingente humano, médico, artístico, y todo lo que esté a la mano y que sirva.
Pudimos percibir ese espíritu de unión, cooperación, de organización, que surgía de ese sentimiento de ser parte de un país diverso y pluricultural.
Y fue así también como en las largas vigilias entonábamos canciones tradicionales que fuimos adaptando al momento que vivíamos y que para nosotros era una forma de resaltar y hacer referencia a aquellas mujeres que se quedan en casa realizando la invaluable e importante labor de cuidar de la familia, la casa, de calmar a los niños desesperados por sus madres, de alimentar y de sanar, para que los otros puedan salir a poner la fuerza en las marchas.